martes, 7 de mayo de 2013

La flor del Ceibo. (Argentina)



Hace mucho tiempo, donde había una tribu de indios ahí había una muchacha llamada Anahì , y siempre cantaba para si misma. Pero un día llegó el gran pájaro blanco (que era un barco). Y salieron unos hombres barbudos, con pecho de hierro, con pistolas, y estaban montados en monstruos de 4 patas (eran caballos). Y empezaron a atacar a los indios y murieron mucha gente y Anahì estaba luchando con su tribu. Al final la hicieron prisionera pero ella pudo escapar porque había matado al centinela (el vigilante) pero la volvieron a coger y esta vez la declararon bruja, porque una muchacha como ella, ¿cómo podía matar a un hombre tan fuerte? Y la quemaron en la hoguera, pero ella en vez de gritar de dolor cantaba su canción. Y al día siguiente, ahí donde la quemaron, creció un árbol con sus hermosas flores rojas.

Y a partir de ese momento la flor del Ceibo  fue, y sigue siendo, la flor de Argentina.

Zhiru Lin 3A.
    

Las cuevas árabes de Brihuega

Después de la guerra civil, un señor del pueblo de Brihuega, compró unas tierras para montar una carnicería. El señor, que se llamaba Marión, contrató a un indigente que buscaba trabajo para cuidar de las vacas que estaban en las tierras del dueño.
Un día, cuando el trabajador estaba excavando un hueco donde guardar y conservar la carne, se encontró unas cuevas muy largas y laberínticas donde se hallaban : ánforas, vasijas, etc. de la época árabe.
Hoy en día, si vas a visitar las cuevas, son propiedad privada del carnicero y para entrar tienes que pagar
1euro. Normalmente hay un guía que te lleva por los caminos laberínticos para que no te pierdas.            
                                                   
Mara Corral Gil  3ºA